viernes, 1 de mayo de 2009

Con sabor a choncholí

11 a.m. Centro de Lima. Reunión de mierda en el viejo edificio del jirón Camaná. Felizmente en la reu me encontré con Kalytz, una de mis personas favoritas de cuando trabajaba en sistemas. "Me cago de hambre" pienso; pero no pasa mucho rato cuando una amable señorita trae unos bocaditos para picar. Observo todas las galletas y escojo una que me llama la atención como siempre lo hizo, por su simplicidad. Mientras la como, me pongo a divagar en el tiempo y ya no estoy en la reu...

Me escondí en la cocina y me comí los fideos crudos, mi abuela Victoria ya me había jalado un par de veces la oreja que tengo más grande en señal de advertencia: "este chico qué amolao!!!" (amolao era su palabra supongo que para decir "muchacho e' mierda!"). La cosa es que para evitar el estiramiento innecesario de mi pabellon auditivo opté por sacar una buena provisión y esconderla debajo del sillón de la sala; ya después poco a poco iba sacando los fideos nicolini y me los comía mientras veía jet marte.

Mis viejos nunca fueron de darme dinero, nunca me daban billete pa la semana, para qué? acaso no me daban todo lo que les pedía?... creo que no tengo nada que reclamar en ese aspecto. Pero yo igual quería mi billete pues. Así que con mi primo Toño (que lo considero mi hermano mayor) nos ibamos al viejo estadio de la U, al Lolo, y nos escabullíamos por debajo de las tribunas para buscar las monedas que se caían el fin de semana de los bolsillos del respetable. Por supuesto que hablamos de soles de oro, y no encontrábamos muchos tampoco pero al menos alcanzaba para su respectivo marciano de tamarindo y su porción de papa con ají del "gordo", afamado anticuchero del barrio. "sóbala bien!" exigía mi primo para que el sabor de la pancita, anticuchos y choncholí, se impreganara en la papa que, partida en 4 y con su buena ración de aji, hasta parecía que nos llenaba... lo que sobraba (osea casi nada) siempre se convertía en arrocillo o en mix sodas...

Yo esperaba las navidades, puede ser por los regalos, pero en especial por que todo el año pensaba en una caja de dulces que a mi mamá le daban en su aguinaldo, el tesoro field. ¡ta qué delicia me podía parecer esa caja!!!... Hasta me dolía comerme el contenido porque pensaba "ta mare se me está acabando"... Sin apuros empecé a pensar en las cosas que venían: cua cua, doña pepa, mostro, butterfield (el mejor de todos para mi), babyfield, charadas, charadas de mani, coronitas, y otras... La verdad que me gustaba todo. De pronto algo me trae de vuelta a la reunión de mierda: y es que la galleta que estoy comiendo mientras recuerdo todo esto, no estaba en el tesoro field! oe qué!....

Saco mi celular y escribo un mensaje de texto que en seguida le muestro a Kalytz.
Ella con una pequeña carcajada me dice "yo creí que era la única loca que hacía eso"...

Antes de volver a la aburrida reunión, leo por última vez el mensaje: "sabes que hacía yo de niño? siempre me comía primero los pétalos de la galletas margarita..."